viernes, 28 de marzo de 2014
“… Caminó, sin rumbo, no sabía dónde iba, solo sabía que tenía que salir. No se encontraba en ningún lado, pero necesitaba liberar las tensiones que llevaba hace ya varios días, tensiones que todos ponían sobre sus hombros, problemas. No entendía que era realmente lo que estaba pasando, nadie lo sabía. Estaba asustada, se sentía temerosa, pequeña…”
¿No es considerado maltrato? El cargar los problemas de todos sobre la espalda de solo una joven de 15 años… ¿No es eso algo malo?
Nadie comprende lo que pasa por su mente voladora, por su mente llena de historias sin finales felices. Nadie entiende lo que ella sufre, lo que ella está pasando.
¿O acaso es fácil ser una joven, que no quiere nada de ella? ¿Es fácil vivir sabiendo que no llegarás a ningún lado? Aun así sin saberlo, sentía que nada de lo que pudiese lograr en su vida sería útil para algo.
¿Es fácil odiar cada parte de sí mismo, y tener que vivir con eso cada día? Creo que si cada persona se odiase como ella lo hace no soportaría ni medio segundo en su cuerpo.
Cuenta con una gran mente, aunque con grandes cráteres en ella. Una mente que la saca a volar sobre la ciudad nocturna, a divagar por ríos de estrellas interminables. Una mente que trata de hacer que mire de otra forma las cosas, que se dé cuenta de lo que tiene, aunque aún no sepa apreciarlo.
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